En el último siglo, y en lo que llevamos de éste, la humanidad siempre ha utilizado la idea de la inteligencia artificial y la robótica en la ficción. Se considera a Isaac Asimov como el padre de la ciencia ficción sobre inteligencia artificial gracias a sus obras literarias y ensayos, pero en especial a las tres leyes de la robótica:
- Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entrasen en conflicto con la primera ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Estas tres leyes se crearon para evitar una posible rebelión de las máquinas, como en «Terminator» o en el videojuego «Detroit: Become Human«.
La historia de este juego para Play Station 4 nos sitúa en un futuro distópico: en 2038 la humanidad ha conseguido crear androides, cuyo cometido es ayudar a los humanos en diferentes tareas (como mano de obra, dependientes de tiendas, servicio doméstico, etc.). Sin embargo, a los robots se les considera como «seres inferiores» e incluso están mal vistos por algunos sectores de la sociedad debido a que han quitado bastantes empleos. La trama nos sitúa en Detroit (Estados Unidos), donde controlaremos a tres androides diferentes y veremos la historia de cada uno.
– Póster promocional del juego con los tres protagonistas (Kara, Markus y Connor) –
Los tres protagonistas tiene una historia diferente pero al final se entrelazan: Kara (Valorie Curry) cuida de una niña llamada Alice y limpia la casa en la que viven ella y su padre; Markus (Jesse Williams) cuida de un anciano artista en silla de ruedas; y Connor (Bryan Dechart) es un asistente para la policía y resuelve casos de divergentes (androides que dejan de responder a sus funciones y actúan por libre). Markus es el principal protagonista debido a que en cierto punto de la historia es desechado y es entonces cuando empieza una revolución por obtener derechos para los robots.
Existen bastantes paralelismos de este videojuego con películas sobre este género: «IA: Inteligencia Artificial«, «Terminator«, «Blade Runner«, «Robocop«, «Yo, Robot«, «Matrix«… La trama de Connor se basa, sobre todo, en «Robocop» y «Blade Runner» por su función como policía androide y ajusticiador de divergentes; Markus en «Yo, Robot«, «Terminator» y parte de «IA: Inteligencia Artificial» (en especial la parte del vertedero); y Kara en «IA: Inteligencia Artificial«.
Aparte de la inteligencia artificial, el juego trata el racismo de humanos y robots de forma poco coherente en algunos momentos. Además, tras la revelación de Markus, se crea una revolución en la que puedes elegir si es pacífica o violenta. Y es aquí donde la moral actúa. El Test de Turing sirve para ver si un humano es capaz de identificar al usuario que lo realiza (si es humano o androide), pero en el juego existe un test muy distinto: un androide apunta a otro, si el primero dispara no es un divergente, pero si dispara significa que el androide armado tiene razonamiento propio.
– Vídeo de cómo grabaron el movimiento de los actores –
David Cage, director del videojuego, ha sido siempre muy polémico por el contenido de sus videojuegos, en concreto por desnudar a sus personajes femeninos. Sin embargo, parece que esta vez no ha sido así, y es que «Detroit Become Human» está basado en un guion de más de 4.000 páginas, con un contenido de más de 10 horas solo en una de las rutas del juego.
Además de la gran rejugabilidad para desbloquear todos los finales (hay más de 100 en todo el juego), el juego se grabó con actores reales y sensores de movimiento. Y no solo eso, se ha doblado integramente al castellano y a otros idiomas, como el francés, alemán o italiano. Por último, cabe destacar un documental que se realizó en partes como promoción del juego en redes sociales.